sábado, 9 de junio de 2012

11. La gestión de los residuos.


El generar residuos forma parte de la vida. El problema con el que nos encontramos es la cantidad de residuos urbanos que se genera. según el Ministerio de Medio Ambiente se genera en España 15 millones de toneladas de residuos urbanos, pero en 2006 ha aumentado a 22 millones. esto se explica por:

El generar residuos forma parte de la vida. El problema con el que nos encontramos es la cantidad de residuos urbanos que se genera. según el Ministerio de Medio Ambiente se genera en España 15 millones de toneladas de residuos urbanos, pero en 2006 ha aumentado a 22 millones. esto se explica por:

  • Los nuevos materiales.
  • El exceso de embalaje (plásticos, cartones y papel).
  • El aumento del consumo.


El sistema tradicional de tratamiento de los residuos urbanos se basa en recogerlas y llevarlos a un vertedero. Los problemas sanitarios de estos vertederos son graves ya que la basura se descompone produciendo lixiviados (líquidos con sustancias tóxicas disueltas) que se filtran por el subsuelo alcanzando los acuíferos y gases como metano y dióxido de carbono.

Los gobiernos han incluido su sustitución por vertederos controlados, grandes agujeros cuyo fondo y paredes han sido impermeabilizados con arcillas compactadas. En ellos la basura se va depositando en capas y se cubre con un manto de tierra para evitar las ratas y los malos olores. Además tienes un sistema de drenaje que desvía los lixiviados a una planta depuradora y el metano a una pequeña planta generadora de energía eléctrica.

El quemarla puede ser una buena solución siempre que las plantas encargadas de esto extremen las precauciones para evitar la difusión de los productos tóxicos resultantes de la combustión. Permiten aprovechar la energía generada y cuentan con sofisticados sistemas de filtrado, y se generan cenizas muy tóxicas que se deben depositar en vertederos especiales.
El primer paso hacia esto lo han llevado a cabo los ayuntamientos de nuestras ciudades, que han puestos en marcha puntos limpios y servicios de recogida a domicilio para los residuos tecnológicos, además de un número creciente de contenedores selectivos. Han instalados contenedores para pilas descargables y aceite de freír que se pueden emplear para fabricar jabones o biocombustibles.



5.1. El compostaje de los residuos orgánicos.

Los residuos orgánicos son los que provienen de seres vivos y puede ser compostado. Esto es una práctica muy común antes de que llegaran los fertilizantes. Se trata de la descomposición de la metria orgánica con oxígeno y en condiciones de humedad y temperaturas controladas. El compost es un abono natural muy apreciado por los agricultores.
Su problema es que no se puede garantizar que estén libres de metales pesados y sustancias tóxicas. es muy fácil que en el proceso de separación se cuelen las pequeñas pilas de botón, que son muy contaminantes. Por eso, es fundamental no tirar ningún tipo de batería descargada a la basura.


5.2. El reciclaje del vidrio.
Las materias primas con las que se fabrican este material son muy abundantes, pero hay que reciclarlo por dos motivos:

El vidrio tarda miles de años en descomponerse.
Su fabricación con materiales reciclados requiere un consumo energético menor.

Su proceso de reciclaje se inicia con la recogida selectiva y el traslado a la planta de reciclaje. Allí se lavan los envases y se desechan etiquetas, tapones y todo cuanto esté mezclado y se procede a una separación en función del color, ya que este es indicativo de una composición determinada.

Una vez separado, el vidrio es triturado hasta convertirse en un polvo fino llamado calcín, que se mezcla con arena, sosa y caliza y lo funden.


5.3. El reciclaje de papel y cartón.
Su proceso de reciclaje es tan sencillo como el del vidrio. El reciclado del papel resulta más problemático ya que no se ha podido dar con un proceso de reciclado que produzca un papel de calidad semejante a la del papel fabricado con materias primas. Por un lado, no se puede eliminar la tinta del todo y por otro, no será tan blanco como el nuevo. Además en cada reciclaje las fibras de celulosa se deterioran, lo que hace necesario mezclar la pulpa de papel reciclado con celulosa fresca.
Las ventajas superan a los inconvenientes: Su reciclado contamina menos, consume menos energía, requiere una cantidad diez veces menor de agua y previene la deforestación.



5.4. El reciclaje de plásticos.
El término plástico hace referencia a una gama de polímeros. Su dificultad está en la separación.

Los polímeros termoplásticos son fáciles de reciclar: basta someterlos a un proceso de triturado cuyo resultado es la granza, virutas de plásticos listas para su fundido y moldeo. Los polímeros termoestables son más problemáticos, ya que requieren un reciclaje a base de disolventes y otros agentes químicos.
Separar los plásticos resulta costoso. Una solución que poco a poco se está abriendo paso en el mercado de productos reciclados es la madera plástica, un material cuyo principal componente es una mezcla de termoplásticos de cualquier tipo a la que se añaden pequeñas cantidades de madera y algo de metal. 
La industria petroquímica está invirtiendo en el desarrollo de técnicas químicas de reciclado que permitirían recuperar materias primas a partir de la descomposición de plásticos usados.


5.5. El reciclaje de metales.
Las vetas de mineral no suelen ser demasiado grandes, por lo que las minas tienen fecha de caducidad y continuamente hay que buscar nuevas vetas y abrir nuevas galerías. Otro inconveniente son los riesgos laborales que tiene su extracción.
Por todo esto, la facilidad con la que se recuperan los metales sin merma alguna de calidad y el precio al que cotizan ha hecho que el negocio de la chatarra genere grandes beneficios.
Las aleaciones ferrosas (mezcla de hierro y carbono) son las más fáciles de reciclar: basta un electroimán para separarlos del resto de residuos metálicos; a continuación son fundidos, convertidos en barras o lingotes y servidos a las diferentes industrias.
El cobre es de fácil recuperación, ya que no se encuentra mezclado con ningún otro material aparte del plástico aislante, y su precio es siempre alto.
El plomo y el estaño son fáciles de reciclar gracias a su bajo punto de fusión.
El aluminio es más fácil y la calidad del aluminio reciclado depende de su procedencia por lo que tiene que pasar por un proceso de reciclado. Sus ventajas son evidentes: el aluminio abunda en la corteza terrestre, su producción a partir del mineral de bauxita es bastante contaminante y exige un enorme consumo energético.
El mercurio es un material altamente contaminante. Debemos sensibilizarnos para reciclarlo correctamente prestando atención a los termómetros y pilas de carbón.


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